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¿Necesitas una dirección Alternativa a tu Carrera Profesional?

¿Necesitas una dirección Alternativa a tu Carrera Profesional?

Una carrera profesional de por vida es hoy día historia del pasado, al menos en Europa y Norte América. De acuerdo a investigaciones, las personas pueden darle una dirección alternativa a su carrera por lo menos tres veces en toda vida, pero, ¿qué significa esto?

Cambiar de carrera significa cambiar de familia de puesto – puestos donde el nivel de conocimiento, destreza y comportamiento es completamente diferente. Este proceso puede tomar por lo menos tres años y representar un cambio de vida.

     Si has considerado darle un giro a tu carrera, valdrá la pena te hagas las siguientes preguntas:

¿Qué habilidades poseo que puedo transferir? ¿Qué conocimiento y habilidades posees y puedes utilizar en tu nuevo trabajo?

Por ejemplo una persona en cobranza, posiblemente necesite negociar fechas clave con sus clientes. Un vendedor también tiene que negociar con sus clientes. Parece ser que esta es una habilidad transferible

¿Qué disfrutas? 

Una de las claves para un cambio de carrera exitoso es haciéndote la pregunta, ¿y qué disfruto hacer?

Richard Bolles, autor del libro “¿De qué color es tu Parachute?” establece que uno de los errores más comunes en las personas es orientar la decisión de cambio de carrera a una moda o una necesidad de mercado, sin considerar la preferencia de la persona. Si vas a cambiar de profesión, más vale que en el centro del círculo estén tus preferencias. El éxito proviene de la pasión.

¿Qué te gustaría seguir haciendo? 

El Profesor Ed Schein de MIT hace un hincapié importante en “las anclas de tu carrera”, que define como el conjunto de competencias, motivos y valores que no querrás sacrificar. Su punto de vista es complemento del de Bolles: además de considerar que te gusta tanto, será importante considerar aquello que actualmente tienes y no te gustaría dejar. Hay mucha sabiduría en el dicho, “el césped parece estar más verde del lado del vecino”.

¿Quién te podría ayudar? 

Un elemento importante del éxito es tu propia red de contactos y cambiar de profesión significa ampliar tu propia red. Trabajar en tu red de contactos previo al cambio será una estrategia inteligente, esto te permitirá obtener consejo, ayuda y conocimiento antes de realizar el cambio.

¿Podrías fracasar y continuar disfrutando esto nuevo que quieres emprender?

Rocky Balboa se volvió famoso por su dicho: “lo importante no es que tan fuerte puedas golpear, sino que tanto puedas aguantar los golpes y continuar de pie”. No importa lo que hagas, siempre existirán fracasos. ¿Podrás continuar de pie a pesar de los retos más fuertes?

     Para ser exitoso en tu nuevo trabajo, posiblemente tendrás que realizar actividades que no son tan significativas.

Muy frecuentemente entrevistamos profesionales con mucha experiencia que quieren involucrarse en un rol de consultoría porque poseen experiencia, conocimiento y les gusta resolver tareas complejas. Frecuentemente les compartimos que los roles de consultoría no son tan sexys como realmente suenan. Requieren de largas jornadas de trabajo, a veces lidiar con clientes difíciles y no siempre existe una demanda de trabajo estable. Un miedo común entre los consultores es finalizar un proyecto y no saber que hacer después. Cuando eso ocurre, uno tiene que buscar más proyectos y esto se convierte en una actividad comercial: prospectos, asistentes poco amigables, llamadas telefónicas, propuestas y que las cosas no ocurran a la velocidad que quieres. ¿Estás listo para estos retos?

¿Puedes vender tus ideas?

Por último, dedica tiempo a desarrollar tus argumentos sobre tu nueva carrera – tu discurso de ventas. En algún momento tendrás que vender tu idea a otra persona – tu pareja, tu nuevo empleador, el banco. No importa quien sea, si quieres obtener apoyo, necesitaras de esta habilidad.

Si después de haber contestado estas preguntas, has determinado cambiar de carrera, entonces simplemente hazlo, estamos seguros que no te arrepentirás. En ocasiones también vale la pena invertir en un diagnóstico situacional que te permita obtener bases numéricas, que describan tus preferencias, tu realidad presente y además reconocer aquellas fortalezas que hoy día te hacen competente. Esto le podría quitar emociones a tu decisión.

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