¿Los Líderes Imponentes Destruyen el Liderazgo?
Si uno busca la palabra liderazgo, encontrarás cerca de 460 títulos. Si uno busca en Amazon libros sobre liderazgo, encontrarás 72,000 resultados. Si buscas artículos de liderazgo, seguro encontrarás cientos de miles. El concepto de liderazgo no es un concepto, es una industria.
Hoy día en nuestras organizaciones hemos aprendido a glorificar el concepto de un líder. Los líderes se han convertido en un equivalente a los Emperadores Romanos, hasta ser tratados de una manera muy especial.
La sociedad hasta ha llegado a pensar que el éxito de una organización (o el fracaso) recae en los hombros del líder. Cuando un equipo de fútbol no hace un buen trabajo, no son los jugadores quienes son despedidos, sino el coach o entrenador. Eso mismo pasa cuando una empresa tiene un pequeño descalabro, los ojos están en el CEO.
La rotación de CEOs es muy alta, pero las compañías no suelen hacer mucho al respecto – solo cambian a uno nuevo. Cambian de CEO, pero permanecen los mismos productos, la misma tecnología, las mismas costumbres. Entonces el CEO tiene la responsabilidad de ser el héroe que cambie absolutamente todo.
Cambiar el desempeño de una gran corporación toma el esfuerzo de miles, no solamente de una persona. Por tanto, glorificar de esta manera a un líder puede causar un detrimento en todos los niveles. El poder obsequiado es tal, que entonces cualquier decisión que e (él) llegue a tomar por esta persona, tenderá a eliminar todo el esfuerzo del resto de los líderes. Efectivamente, el liderazgo imponente de uno mata el liderazgo de muchos.
Mientras más dominante sea el líder, menor serán el número de ideas que la gente contribuya. Es fácil de pensar que, al expresar mi opinión, está será ignorada o hasta puesta en ridículo, entonces para que hacerlo. Bill Reddin solía decir que la autocracia traía consigo deserción y eso es efectivamente lo que sucede.
Cuando una persona inteligente y capaz es obstaculizada de tomar la iniciativa y generar cambios y mejoras, esta persona rápidamente perderá el interés. En muy poco tiempo, en lugar de tener iniciativa, será pasivo y poco a poco más pasivo hasta esperar que un líder dominante provea de toda la dirección y tome todas las decisiones.
Algunas veces, los equipos gerenciales llegan a quejarse de: ¿por qué ninguna persona toma una decisión?, ¿por qué todas las decisiones las tengo que tomar yo? La respuesta es muy simple, porque tú lo has provocado. No les dejaste tomar decisiones y ahora se acostumbraron a esto.
El concepto de liderazgo en cualquier grupo no es algo que una sola persona debiese hacer. Todo mundo tiene un rol que jugar. Dominar a la gente, elimina la iniciativa y cultiva la pasividad. Jeff Pfeffer, reconocido profesor de la Universidad de Stanford dice: “para obtener lo mejor de la gente, los lideres necesitan alejarse y crear el espacio para que las mejores ideas surjan”.
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